Madre de mi corazón, hoy celebro tu vida mirando al cielo y a las estrellas y recordando tu enorme sonrisa. Gracias por compartir tantos momentos conmigo, ni las piedras preciosas sobrepasan tu hermosura; ni el sol sobrepasa el brillo que provocas en mí. Gracias por existir, que cumplas muchos años más y me regales más momentos de tu compañía y de pasear juntos en este camino llamado vida.